Características de la facilitación
En muchos tipos de situación grupal, y particularmente en discusiones complejas o en aquellas en las que las personas tienen diferentes puntos de vista e intereses, una buena facilitación puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.
La facilitación se utiliza a menudo durante las reuniones, los días de alejamiento u otras situaciones en las que un grupo de personas necesita trabajar juntos para lograr un conjunto particular de objetivos.
Un buen facilitador podrá proporcionar un entorno estructurado en el que todos los miembros del grupo puedan tener aportaciones.
El facilitador debe actuar para controlar el evento, evitando que las actividades se ejecuten a lo largo del tiempo, resumiendo, manteniendo las cosas en el camino y evitando que las personas dominen los procedimientos.
Otro papel importante es el de grabar, recopilar y recopilar las ideas e información generadas durante el evento.
Un facilitador debe actuar como una persona neutral cuyo enfoque está en los objetivos que se están logrando, más que en cualquier objetivo personal y es esta neutralidad la que puede ser muy valiosa, especialmente cuando se trabaja con un grupo de individuos con opiniones fuertes y contradictorias.
Características de la facilitación