Los clientes y su visión
“Si los clientes tienen un ‘por qué’ suficientemente poderoso, encontrarán las respuestas a la pregunta ‘cómo’. Sin embargo, sin una respuesta fuerte a la pregunta de “por qué”, los clientes a menudo carecen del compromiso de seguir adelante, especialmente cuando se encuentren con un poco de dificultad o desafío”.
John Moore
La importancia de una visión
Una visión puede servir para dos propósitos: inspiración y predicción. Se puede utilizar como fuente de inspiración y se utiliza para explorar y dar forma al futuro: logros futuros, rendimiento y comportamientos. Una visión fuerte puede ayudar a motivar las fuerzas contrarias de la resistencia: fracaso, dificultades, problemas, crítica, falta de recursos y, contratiempos.
Cuando otros comparten la visión y ésta se comunica y entiende en toda una organización, puede ayudar a impulsar el rendimiento y los logros de los líderes, los empleados y las partes interesadas, ya que todos trabajan para alcanzar los mismos objetivos. Las visiones funcionan a nivel individual y organizativo y pueden convertir con éxito a los dudosos en partidiarios y a los grupos de individuos en un equipo armonioso y bien
Todas las cosas se crean dos veces
Stephen Covey argumentó que las personas crean las cosas dos veces: primero deben crear una visión en la mente y en segundo lugar deben transformar la visión en realidad. Cada invento, producto y negocio comienza como una idea que requiere acción para convertirla en realidad.
Haciendo: ¿Acción?
Dos etapas de creación
El coaching también implica este proceso de creación de dos etapas.
En primer lugar, los coaches ayudan a los clientes a desarrollar su visión e ideas aprovechando su imaginación, valores y principios.
En segundo lugar, los coaches ayudan a los clientes a decidir sobre la acción
Actuarán para convertir la visión en realidad.
La primera etapa de la creación implica la visión del futuro y está muy enfocada en hacer las preguntas “qué” y “por qué” es importante. La segunda etapa se centra más en el “cómo”. Los coaches eficaces entienden que es imperativo que los clientes desarrollen una visión poderosa, el “por qué” antes de abordar el “cómo”.
Visiones grandes y pequeñas
Una visión es simplemente una imagen, una descripción o una declaración de un resultado, escenario o logro futuro. Las visiones pueden ser de gran propósito, como desarrollar una cura para el cáncer o el VIH; la construcción de un negocio multinacional; o inventar un producto revolucionario. También pueden ser más simples, como completar una tarea para el jueves de la próxima semana; resolver un problema de rendimiento con un miembro del equipo; o la implementación de un sistema de control de crédito para cobrar deudas pendientes.
Cuanto más clara, específica y detallada sea la visión y más fuerte sea el “por qué”, más potente será. Los coaches ayudan a los clientes a desarrollar visiones y a explorar las diferentes estrategias que se pueden implementar para convertir estas visiones en realidad.
Ejemplos de preguntas del coach sobre la visión:
¿Cómo concibes el éxito?
¿Qué significará el éxito para ti?
¿Qué tendrías que hacer para que suceda?
¿A quién tendrías que involucrar para que suceda?
¿Qué comportamientos o acciones necesitaría adoptar para que la visión se convierta en realidad?